Formación en La Guajira, Colombia

Lindando con Venezuela, al Norte de Colombia, en la región Caribe, se localiza la zona más árida y de población más deprimida de toda la nación colombiana, exceptuando los pobres extremos que se agolpan en barrios marginales de ciudades por todo el país.

La Guajira (Wajiira en wayuunaiki, idioma de los Wayu), está compuesta por 15 municipios y tiene su capital en Riohacha. Tras la desaparición por extinción de numerosos pueblos que habitaban sus territorios, en la actualidad la pueblan Indígenas o Amerindios, en un 45 %, siendo un 40 % de Mestizos y Blancos, un 15 % de Negros o Afrocolombianos y una pequeña representación del pueblo Gitano.

Contiene la zona más árida de Colombia, aunque posee gran variedad climática, destacando el Desierto guajiro, zona difícil para la vida, pero de recursos muy bien aprovechados en el pasado por sus pobladores primitivos. La temperatura promedia es de 22 a 30 ºC, con máximas de 42 ºC. Su clima, solo llueve de setiembre a diciembre, genera una vegetación muy típica, compuesta de arbustos espinosos y cactus.

Sus recursos principales son la minería (70 %), sal marina, gas natural carbón lignito, turba y hulla, además de algo de oro.

Actividades agropecuarias (11 %) con cultivos de yuca, banano y frutas tropicales; en ganadería destaca el pastoreo de caprino. La aridez y erosión dificulta la agricultura y ganadería, pero los suelos son aptos para determinadas especies vegetales y ciertos animales.

También, pesca deportiva y artesanal tecnificada es importante debido a los exuberantes recursos hidrobiológicos, peces, crustáceos, moluscos, etc.

También, pesca deportiva y artesanal tecnificada es importante debido a los exuberantes recursos hidrobiológicos, peces, crustáceos, moluscos, etc.

El Fondo de Empleados del Cerrejón fue fundado en 1983 por treinta empleados de la empresa entonces llamada INTERCOR, hoy Carbones del Cerrejón Limited, Cerrejón, ubicada en el municipio de Albania, Departamento de la Guajira.

Estos empleados decidieron unirse para conformar una entidad de derecho privado, sin ánimo de lucro, para brindar servicios a sus asociados.
Según Resolución 1730, con fecha del 19 de agosto de 1983, del Departamento Administrativo Nacional de Cooperativas DANCOOP, reconoció la personería jurídica a la sociedad denominada FONDECOR.
En 2014, debido a la mala situación económica española, sobre en el sector de la jardinería, motivado por la jefa de mi hija que vivía en Barranquilla, Mercedes Botero (Gran psicóloga), me fui a Colombia a hacer las Américas. Cuando yo fui, mi hija volvió a España con un contrato de trabajo, Merce me acogió fabulosamente y pronto tenía empresa allí, junto a otro aventurero español también Ingeniero Técnico Agrícola, Ricardo Palero y nuestros socios colombianos Fredy y Alfredo Gomes, padre e hijo, magníficos ingenieros y mejores personas.
Nuestra empresa funcionó rápida y felizmente, los españoles éramos requeridos para ajardinar en Barranquilla, además de dar formación en la Universidad del Norte, donde Merce nos introdujo y pudimos organizar y dictar el Primer Diplomado en Jardinería.
Una mañana, Merce me preguntó si estaba dispuesto a dictar  cursos de jardinería para personas con nulos conocimientos, además, en la Guajira. Mi respuesta fue inmediata, claro que sí.
Me contactó Ivonne Arias de Fondecor, presupuestamos el curso básico de iniciación en la jardinería, lo aprobaron y a partir de ese momento comenzó una experiencia extraordinaria para mí.

Presentación en formato TALLER de “NOCIONES TEÓRICO-PRÁCTICAS DE JARDINERÍA”.

MODULO I

Duración: 2 horas  

  • TEMA 1: Historia de la Jardinería
  • TEMA 2: Estilos en  Jardinería
  • TEMA 3: Diseños en Jardines
  • TEMA 4: Morfología de los Vegetales
  • TEMA 5: Clasificación de los vegetales (Taxonomía)
  • TEMA 6: Suelos 
  • TEMA 7: Plantación y trasplantes
  • TEMA 8: Riego y drenaje
  • TEMA 9: Fitopatología: Plagas, Enfermedades, Carencias, Excesos, Otros
  • TEMA 10: Cultivo en el jardín 
  • TEMA 11: Céspedes y Praderas
  • TEMA 12: Construcción del jardín
  • TEMA 13: Mantenimiento de jardines
  • TEMA 14: Eco jardinería
  • TEMA 15: El paisaje
  • TEMA 16: Elementos del paisaje
  • TEMA 17: Integración paisajística
  • TEMA 18: Medio ambiente y paisajismo
  • TEMA 19: Urbanismo y zonas verdes
  • TEMA 20: Instalaciones en la ciudad 

MODULO II

Duración: 2 horas  

PRÁCTICA: TEMAS TRATADOS.

  • Materiales para dibujo a mano alzada.
  • Bloc y lápices de colores……………………………………… COP  20.000
  • Plantitas en maceta o bolsa pequeña, menos de 1 litro de capacidad   COP 5.000
  • Maceta para plantación vacía de ¾ de litro o 1 litro de capacidad…..  COP 8.000
  • Piedras chinas pequeñas, 1 litro por cada 10 alumnos………………….. COP   900
  • Sustrato de plantación, 2 litros por alumno…………………………………COP 2.000
  • Tijeras de poda…………………………… Solo uso, alquiler……………….. COP   200
  • Tijeras de recorte de setos………………..  Solo uso, alquiler………………COP      400
  • Segadora de césped………………………  Solo uso, alquiler……………….. COP      600
  • Regadera………………………………….  Solo uso, alquiler……………….. COP  100
  • Fumigadora manual………………………  Solo uso, alquiler………………..COP     600
  • Elementos decorativos: piedras de colores, maderas, otros………………COP  5.000
  • Precio por alumno, para 20-30 alumnos por Taller…………….………COP  42.800

Los más mínimos detalles quedaron debidamente concretados, todo estaba previsto, incluso mi necesario regreso a Barranquilla por la clausura del Diplomado de la UniNorte, lo resolvieron con el avión de la Mina.

Es decir, como corresponde a una Fundación, toda la formación estaba presupuestada y financiada, conociendo los costes y contando con los recursos.

Presupuesto de gastos que serían abonados por mí cuenta. Pesos colombianos.

La formación que ofrecíamos comenzó en Barranquilla, puesto que Fondecor tiene una de sus sedes allí, esto les servía (supongo yo) para evaluar al ponente, yo mismo, y decidir si se iniciaba la gira por la Guajira o no.

El programa era bastante cargado, taller por la mañana y otro en población diferente por la tarde, viajábamos en coche alquilado con conductor, con cambios frecuentes de conductor y nada parecidos a un taxi, que podamos imaginar, coches de un mínimo de 25 años de antigüedad, nada de placas, insignias o distintivos, cargados a tope con el material del curso, incluido sustrato, Ivonne, el conductor las plantitas y yo.

Ya en Barranquilla pude apreciar la satisfacción en los rostros de nuestros “alumnos”, todos familiares y trabajadores de la Mina, beneficiarios de FUNDECOR.

Había algo que todavía no llegaba a apreciar, que comentaré al final.

El 13 de octubre, en Valledupar, población de más de un millón de habitantes, disponía de un buen hotel (Incluido terremoto en la madrugada de 4,75 grados que movió la cama, cuadros y me asustó bastante), la sala era amplía, luminosa y contábamos con equipo audiovisual, aquello tenía una pinta extraordinaria.

Ya por la tarde, empecé en San Juan del Cesar a comprender que ese inicio no tendría continuidad, más bien iría bajando el nivel hasta cotas no imaginadas por mi mente occidental.

Los hoteles debo reconocer que siempre fueron buenos, incluso muy buenos para las zonas donde nos movimos.

Ivonne, tenía todo programado, tiempo de viaje, comida, dictar los talleres y hacer camino, controlaba los tiempos y no me permitía continuar con las preguntas más de media hora, tiempo que siempre resultaba escaso para las inquietudes que despertaba la jardinería en aquellas personas.

Los días pasaban y la amistad con Ivonne crecía, su excelente quehacer lo convertía todo en fácil y grato, trabajar con ella fue un auténtico placer, compartir la jardinería con aquellas personas que estaban ávidas de aprender, ilusionadas por saber trasplantar una maceta o poder obtener una planta por esqueje o como sembrar una semilla, me hacía sentir muy bien, llegando a comprender lo mucho que puede suponer dar muy poco.

Casi al final, después de que en una curva de una carretera el conductor me pidiese que me agachase por que los bandidos me podían disparar al ver que era extranjero (Me llamaban el alemán en Barranquilla y me felicitaban cuando ganaba algo Alemania), o de oír a otro conductor decir a las 14:00, “ a esta hora no hay problema, los bandidos no han vuelto de comer”, o tener que clausurarte en el hotel a partir de las 19:00 por precaución, alto peligro de ser atracado o incluso secuestrado. Ivonne tuvo que ausentarse y la sustituyó una agradable y educada muchacha, muy joven, yo diría que no alcanzaba los 20 años. No la nombraré por respeto a su privacidad.

Ella se presentó en el hotel a la hora del desayuno, la invité a tomar algo pero no aceptó. Como siempre, con nuestro taxi particular y cargados a tope nos dirigimos a dictar el taller, tampoco citaré el pueblo, porque importa poco y podría ser uno cualquiera de los que allí existen.

A la hora de la comida me pidió disculpas porque solo existía una pizzería y no había otro restaurante, le dije que sin problemas a comer pizza. Pedimos dos pizzas, pero compruebo que no come, ¿Te sientes mal, no tienes hambre?, pregunté. Contestó que no le pasaba nada. Tras insistir en mi preocupación por que no comía, al final, me confeso que la guardaba para su niña.

Lo tremendo es que esta persona estaba trabajando y no disponía casi de recursos para dar una pizza a su niña. Le deje pagadas unas pizzas para cuando quisiera, una para ella en ese momento, que devoró con ansía visible.

Fuimos juntos a su casa a llevar la pizza a su niña y encontré una escena que no olvidaré jamás, su madre con la que vivía y que le cuidaba a su niña, le reclamaba la comida para una gallina que tenían en el patio: “… si no traes la comida de la gallina la mato, yo no tengo dinero para comprar comida de gallina”, le pedía que no matase a la gallina que les proporcionaba un huevo de vez en cuando.

Aparte mi satisfacción personal por mis talleres por la Guajira, donde pude comprobar la satisfacción de las personas que asistían, saque dos conclusiones muy importantes para el resto de mi vida:

Lo mucho que se puede aportar mediante la formación.

El que más se benefició de esos talleres y esos contactos con las personas que compartieron conmigo esos instantes distendidos, sin lugar alguna de dudas fui yo, recibí un cariño y unas miradas que no se pueden pagar, sentirme útil fue simplemente extraordinario.

Miguel Agulló, Presidente de Agricolae Mundi